Después de la catástrofe en Enies Lobby, el CP9 se ve abandonado y disperso tras su aplastante derrota a manos de los Piratas de Sombrero de Paja. Con la isla en ruinas y la temida Buster Call marcando su destino, Blueno, medio recuperado de su combate con Luffy, usa los poderes de su Fruta del Diablo para trasladar a sus compañeros a un lugar seguro, mientras Rob Lucci permanece inconsciente. Mientras tanto, Spandam, escapando del caos, envía a implacables perseguidores del Gobierno Mundial para eliminar al CP9.
Obligados a abandonar la isla, los miembros del CP9 llegan a St. Poplar sin recursos económicos para atender las heridas de Lucci. Allí, cada uno se ve forzado a ganarse la vida con trabajos humildes: Kumadori actúa cómicamente para entretener a los viandantes, Blueno y Jabura organizan un espectáculo animal, Kaku y Fukurou se dedican a entretener a los niños, y Califa se encarga de la limpieza de casas. Gracias a estos esfuerzos, consiguen recaudar lo suficiente para llevar a Lucci a un hospital.
Durante la recuperación de Lucci, el grupo se permite momentos de ocio y camaradería: desde ir de compras fumando hasta disfrutar de un café juntos. Incluso se divierten jugando boliche, aunque este ambiente festivo se ve interrumpido por la irrupción de la banda de Piratas Candy, que arma problemas en el pueblo. Por primera vez, los ex-agentes del CP9 deciden actuar en beneficio de la comunidad, enfrentándose a estos piratas y logrando una victoria rápida. Sin embargo, la ferocidad exagerada de Lucci en la pelea asusta a la población, forzando al CP9 a abandonar el lugar, dejando tras de sí un conmovedor gesto cuando Kalifa recibe una flor de agradecimiento de una niña.
El viaje continúa cuando el CP9 llega a la isla que fue su campo de entrenamiento en la infancia, donde observan cómo se forma la próxima generación del Cipher Pol. Pero la paz se ve amenazada nuevamente cuando Spandam envía más marines, encabezados por el capitán Very Good, para capturarlos. Los CP9 se defienden con determinación, protegiendo su hogar y dejando claro que no permitirán su destrucción. En medio de la batalla, mediante un Den Den Mushi, Lucci se comunica con un Spandam internado en cuidados intensivos, advirtiéndole que si continúa la persecución, el CP9 volverá a alzarse con venganza. La historia cierra con un mensaje de esperanza y resiliencia, mientras el grupo se despide, navegando hacia el horizonte, dejando entrever que algún día regresarán para enfrentar a sus perseguidores y recuperar lo que una vez fueron.
Este informe extraoficial nos muestra la transformación del CP9, pasando de ser temidos agentes de la sombra a una banda que, a pesar de su pasado oscuro, se ve impulsada por la solidaridad y la determinación de proteger su legado y su hogar.